
Se cumple ahora el décimo aniversario de la publicación del primer disco de Vetusta Morla, Un día en el mundo. Los ensayos, sin embargo, comenzaron una década antes; el cálculo, pues, arroja un dato de altura: la banda lleva en activo desde 1998. El año pasado editaban su cuarto álbum, Mismo sitio, distinto lugar, un trabajo grabado en Berlín y en cuya descripción se nos advierte que «posee una combinación insólita de introspección y energía». En Córdoba, última cita del grupo en nuestro país antes de afrontar el tramo europeo de la gira, demostraron sobre las tablas del Teatro de la Axerquía que ahí el vigor es el incuestionable dueño de una portentosa puesta en escena. Los sustanciales matices de su sonido, perfilados y aumentados en los estudios Hansa —los mismos en los que hicieron parada Bowie, Robert Fripp, Iggy Pop o Nick Cave—, se filtran por diversos recovecos de su repertorio hasta terminar enriqueciendo unas canciones que, ya sean pretéritas o actuales, miran siempre hacia el futuro. La deriva, Sálvese quien pueda, Valiente, Te lo digo a ti o un Golpe maestro en constante reciclaje lírico fueron algunos de los puntales de una actuación incontestable.
El concierto de la formación madrileña, que agotó todas las entradas disponibles y estuvo precedido por los directos de los malagueños Glaciar y de los granadinos Toulouse, se enmarcaba dentro del I Like Festival, una de las propuestas de Eutopía, la iniciativa del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) y de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales que se desarrolla del 11 al 19 de octubre en distintos espacios de la ciudad. La programación, que puede consultarse en su totalidad en la web del evento, incluye talleres, funciones teatrales, espectáculos circenses, proyecciones cinematográficas, exposiciones y una generosa oferta musical.