Los malagueños Vis Viva, en una imagen promocional. Raúl Aibar

Las etiquetas suelen ser a menudo cárceles con barrotes firmes donde el huésped difícilmente, o en todo caso con el paso del tiempo, puede escapar y encontrar una libertad con la que se sienta cómodo. Este es precisamente el sentimiento con el que Vis Viva pretende reivindicar su música, algo fuera del pop, del rock o del punk: lo suyo es el sonido homónimo. Charlamos con la banda afincada en Málaga, que acaba de estrenar el EP Aún quedan más inviernos, en un abarrotado local donde podemos escuchar las estridentes guitarras del cubículo colindante. El trío formado por Raúl Aibar (guitarra y voz), Gorka Gamarra (guitarra) y Pablo Ginel (batería) nos cuenta su historia y su esperanzadora visión acerca de la escena musical española desde el punto de vista de una banda emergente.

Hablemos de los inicios. Contadnos un poco la historia detrás de Vis Viva a modo de presentación. ¿Cómo empezó todo?

Raúl: Pablo y yo habíamos estado en otro grupo anteriormente, No Name Street, y ya
habíamos tocado y hecho algunas cosas. Fue cuando conocí a Gorka, en unas circunstancias muy especiales ya que fue en su clínica de podología, cuando nació Vis Viva como lo conocemos hoy.

Gorka: Ellos dos venían de hacer pop punk, que ha sido siempre un género que he amado. Cuando conocí a Raúl y enlazamos gustos musicales, estuvimos ahí un tiempo con la mosca detrás de la oreja diciendo «a ver si montamos algo».

Raúl: Fue una putísima casualidad. Hay un grupo aquí en España, Marvin, que a Pablo y a mí nos encantaba, pero no conocíamos a casi nadie más que lo escuchara. Fue un shock cuando una de las primeras veces que hablé con Gorka me enseñó su móvil y la última canción que había escuchado era de Marvin. Fue un, «guau, por la cara». A raíz de eso nos lanzamos a iniciar el proyecto.

¿Por qué Vis Viva?

Pablo: Se barajaron mil nombres. Empecé a pensar en términos de mi carrera (ingeniería de telecomunicaciones) y justo ese año había dado un temario relacionado con las órbitas de los satélites de telecomunicaciones. Una de las ecuaciones que se utilizaba para esto era la de vis viva, que significa fuerza viva en latín. Y nada, sin más, lo propuse para el grupo y gustó.

Raúl: Contando con que se barajaron nombres de mierda como Rollo Pistola o Jóvenes Promesas, ha sido una buena elección.

¿Con qué pretensión surge Vis Viva?

Pablo: Con la pretensión de avivar un poco las ganas que teníamos de tocar en un local. Raúl y yo llevábamos sin hacerlo desde 2014, creo.

Raúl: También, y con la incorporación de Gorka, queríamos empezar a hacer un género y elaborar un sonido al que tanto él como nosotros le teníamos ganas desde hace tiempo.

Gorka: Sí, es eso. Queríamos abordar con una madurez mayor un proyecto que
individualmente ya nos hacía ilusión desde hace tiempo.

Raúl: Exacto, Gorka fue el empujón que nos faltaba para que Pablo y yo nos metiéramos finalmente en un local a tocar y hacer canciones.

Como sois un grupo emergente y las etiquetas no están muy explotadas, os voy a dar el privilegio de que seáis vosotros mismo los que os las pongáis. ¿Qué música hace Vis Viva?

Raúl: Nuestro signo es la emoción, es lo que libera la mente y el cuerpo cuando escucha algo emotivo.

Gorka: Aunque no queremos ponernos etiquetas, porque es algo muy cambiante, la idea era partir de sonidos del pop punk y del emo de mediados y finales de los 90.

Raúl: Creo que es demasiado apresurado colgarnos etiquetas, no tiramos para algo fijo. Creo que lo que estamos intentando encontrar es ‘el sonido Vis Viva’. Tenemos muchas cosas que nos inspiran y que nos influyen, pero no hay ningún grupo en el que nos veamos 100% reflejados.

Los actuales miembros del grupo, como habéis comentado, no sois nóveles en la música, ya que habíais estado en varios proyectos anteriormente. ¿Cómo creéis que ha influido en Vis Viva el hecho de que no seáis unos novatos y hayáis pasado por otras bandas?

Pablo: Lo primero, profesionalidad. Quizás cuando tienes 16 años y estás con tu primer grupo, en un ensayo no hay casi nada productivo. Sin embargo, en Vis Viva ya venimos con las cosas claras y la mentalidad de crear y de mostrar esa creación al público, nos tomamos más enserio el venir al local.

Raúl: Yo tengo una tara que se me está arreglando con el tiempo, que es la de ‘sobre componer’. Gorka es una persona más experimentada y sabe un poco como va el timing de la composición, y eso me ayudó mucho a saber marcarme una hoja de ruta para hacer canciones. En ese sentido, nos hemos sabido también profesionalizar. No sacar canciones porque sí, sino meditarlas y que todo tenga más sentido.

Gorka: Incluso nos atrevimos a saltarnos ese periodo de hacer versiones para probar en los primeros ensayos. Desde el primer día entramos a componer.

¿Estáis a favor o en contra de las covers para un concierto?

Raúl: A mí me mola, pero veo que hacer dos o tres covers en tu primer concierto es como querer llevar a tu público a un estilo que al final no son ni tus canciones.

Pablo: Eso lo que hace es etiquetarte, porque le estás diciendo a la gente: somos así.

Gorka: Yo estoy más a favor de la parte de los covers que va un poco enfocada a la reinterpretación de las canciones originales. Salen cosas preciosas. Ves a grupos por ahí que se llevan algunas canciones a su terreno y lo hacen muy bonito. Hay covers y covers.

Entiendo que antes erais cuatro componentes, por lo que se ha visto durante toda la campaña de promoción, pero ya os presentáis como un trío. ¿Es difícil poner de acuerdo en un proyecto tan ambicioso a cuatro personas sin que haya heridos? Contadme como compagináis las obvias confrontaciones que hay en los grupos en muchas ocasiones.

Raúl: Antes yo era muy cabeza cuadrada. Traía una idea de casa y tenía que ser así, no daba pie a que se cambiara o a que me aconsejaran. El hecho de que al principio no tuviéramos tanta confianza con Gorka me hizo ceder algunas veces para mantener la unión del grupo y tal, pero ya me di cuenta y empecé a pensar: «pues a lo mejor tiene razón él, a lo mejor debería modificar esto». A raíz de ese choque de poderes hemos conseguido unificar nuestro sonido.

Gorka: Yo creo que ha habido varias fases. Al principio, tanto personalmente como musicalmente, nos conocíamos menos y era más complicado. Sin embargo, en todo este año y a día de hoy nos conocemos bastante más y creo que, gracias a limar esa confianza, hemos conseguido lo que decía Raúl antes, ‘el sonido Vis Viva’.

Raúl: La cosa es que ya no nos importa tanto que haya roce. De hecho, es mejor. Si yo digo negro y Pablo dice blanco, de ahí surgirá el gris que nos va a convencer a todos.

Habéis sacado vuestro primer EP Aún quedan más inviernos y podemos decir que ha sido un relativo éxito: entrasteis en Rock Español de Spotify y os han puesto unas cuantas veces en Radio 3. ¿Cómo se siente desde dentro? ¿Cuál creéis que ha sido el impacto real de vuestro primer lanzamiento?

Gorka: Hemos puesto toda la carne en el asador, cuidado mucho los detalles y trabajado en el lanzamiento, por lo que eso después ha dado sus frutos. Ahora mismo estamos en un momento donde hay una gran restricción respecto a los conciertos y, a la vez, una oferta muy grande de música, entonces es difícil presentarte de verdad al mundo.

Raúl: La sensación que nos ha dejado el lanzamiento ha sido agridulce. Para un grupo que sale de la nada debutar así en Spotify, radio y redes sociales está muy bien, pero la parte agria es que no hemos podido afianzar esa masa. Si a ese éxito relativo lo acompañas con una serie de bolos a los que pueda venir gente a escucharte, es lo idóneo.

¿Cómo se siente el salir a un mercado que ahora mismo está paralizado?

Pablo: Es impotencia. Cuando pasa el tiempo y no puedes hacer otra cosa que anunciar por redes sociales tu música, frustra.

En realidad, vuestro estreno iba a ser el año pasado junto a Lord Malvo en la sala Velvet, ¿no? ¿Creéis que eso hoy os habría aportado algo o hubiera sido un salir al mercado para nada debido al confinamiento?

Pablo: Creo que hicimos bien en no tocar. Seguramente algunos de los temas del setlist que teníamos hace un año no los tocaríamos hoy. Ahora tenemos bastante más calidad. Las cosas hay que tomárselas con más calma y meditarlas, y así es como lo hemos hecho tras la pandemia.

¿No era así antes?

Raúl: Pues no tanto. Las cosas como son: cuando se nos propuso telonear a Lord Malvo en la Sala Velvet dijimos que sí rotundamente. Sin embargo, el Vis Viva que dijo que sí en febrero de 2020 y el de ahora son totalmente diferentes. Hemos ganado muchísima más confianza y solidez, por lo que puede que en ese momento hubiera sido mejor pensárselo. En ese sentido, nos ha venido bien la pandemia.

Hablemos del pop punk o bandas de guitarras que estos últimos años están tan en boca de todos. ¿Por qué creéis que ha sido un género que ha vuelto con tanta fuerza? La evolución natural del underground tendría que haber tirado posiblemente por otros derroteros.

Raúl y Pablo: Dale, Gorka (risas).

Gorka: Creo que la música es un poco como la moda, va y viene (risas). Los géneros musicales se dan por enterrados, pero nunca sabes cuándo pueden volver a salir. Basta con que dos o tres bandas quieran sacar adelante un género para que vuelva a funcionar. El resto es lo de la pelotita de nieve, alguien lo empieza y poco a poco se va haciendo más grande y extendiéndose. De todas formas, el pop punk en España sigue estando en una segunda división con respecto a otros países.

¿Cuál creéis que ha sido el grupo español que empezó a construir esta bola de nieve?

Gorka: Creo que, en el punk y el hardcore, todas las referencias vienen de Barcelona.

Raúl: Pues sí. Por ejemplo, Yawners, Nueva Vulcano o Cala Vento son piedras angulares del género y provienen de allí. Unos se han alimentado de otros.

Se habla mucho de que géneros como el pop o el punk, individualmente, pecan de tener esquemas muy simples y que son repetitivos. ¿Qué opináis de esto y del mito de la complejidad musical?

Pablo: Eso es lo que se piensa, después es más complejo de lo que se ve desde fuera.

Gorka: Yo creo que es muy satisfactorio tocar música popular facilona, tanto para el que la toca como para el que la escucha, pero pienso que hay que ir jugando un poco en los dos terrenos. Está bien que haya cosas simples, pero también que te salgas de la tangente, que des sorpresas. Hay que experimentar, al final es lo que te hace dar el salto y diferenciarte de los demás. Se pueden buscar fórmulas cambiando el timbre de las voces o instrumentalmente hablando, buscar esquemas que no estén tan manidos.

Es decir, que el cambio de complejidad no tiene que venir necesariamente por la rama del virtuosismo, ¿no?

Pablo: Claro, hay muchas más cosas que el virtuosismo o meter más notas por segundo que nadie. Los matices, el sonido que sacas tú tocando el instrumento, etc.

Gorka: Las progresiones de acordes también suponen un cambio.

Alguna vez Raúl me comentó que Vis Viva pretendía hacer pop punk, pero huyendo de esa etiqueta manida del género que surgió en los 2000 con Pignoise, Despistaos y grupos similares. 

Raúl: Es una guerra personal que llevo teniendo mucho tiempo. Evidentemente, grupos como Pignoise o Despistaos han sido referentes para este género aquí en España, eso no se lo quita nadie. Pero, en mi opinión, lo que hacemos nosotros con Vis Viva no es nada parecido a Pignoise.

Pablo: Cualquier persona que no entienda nuestro género o lo que hacemos te va a encasillar en lo que conoce o lo más cercano. Es normal.

Raúl: Ya, pero hay gente que yo consideraba que sí tenía más cultura musical que después me ha dicho lo mismo (risas). Eso sí me ha dolido un poco.

Vuestros referentes están bastante alejados de eso, ¿no?

Todos al unísono: Totalmente.

Raúl: Pero respetando siempre a Pignoise, eh (risas).

En cuanto a la música y el equipo, hay muchos grupos centrados en tener pedaleras abarrotadas, cinco guitarras y tres tipos de amplis para sacar diferentes sonidos y buscar complejidad musical. Me da la sensación de que para vosotros esto no supone una preocupación. Dicen muchas veces eso de que menos es más. ¿Qué opináis?

Raúl: Si tuviera pasta pues lo haría (risas).

Gorka: Tengo que decir que no solo es pasta, porque cuando llegué aquí estos no tenían ni claqueta para la batería ni afinador para la guitarra, eran un grupo de chavalillos tocando en un local (risas).

Raúl: Yo nunca he tenido un afinador, me valía de oído, y tampoco ninguna pedalera. A lo mejor con el tiempo me planteo el empezar a comprar pedales para tener más variedad de sonido.

¿Pero influye a la hora de hacer música el tener buen o mal equipo?

Gorka: Depende del estilo de música que hagas. Géneros más duros como el punk y derivados yo los asocio con bajos que suenan muy redondos y amplis muy cañeros. Pero más que el equipo, creo que es darle las horas de estudio que necesita la música y sobre todo la emoción sobre el escenario. Ya después, si se tiene buen equipo, pues bienvenido sea.

Pablo: Para la música que hacemos ahora mismo no nos vamos a gastar un dineral en un pedal de delay super caro. ¿Que podíamos tener mejor equipo que el que tenemos ahora? Eso siempre, pero con esto nos basta.

Gorka: Vamos a empezar a tocar con metrónomo y a afinar las guitarras y luego ya vemos el resto (risas).

Hablemos de la grabación de Aún quedan más inviernos. Entiendo que, para algunos de los integrantes, fue la primera vez en un estudio profesional de grabación. ¿Cómo os sentisteis?

Pablo: Yo iba más tranquilo de lo que pensaba. Iba con la presión del metrónomo, que es el examen de todo batería en el estudio, pero una vez que nos metimos a grabar y la cosa rodó, se me fue quitando ese nerviosismo.

Raúl: A mí personalmente me encantó la forma de trabajar de Juan Antonio y Erni, los dueños del estudio Grabaciones Sumergidas. Nos hicieron la vida super sencilla, cualquier tipo de duda o de inseguridad que pudiera surgir ellos nos la calmaban y nos guiaban con tranquilidad. Cuando tocó grabar las voces sí estaba más nervioso porque es la parte que más me cuesta, pero no pasó de eso.

¿Fue todo como lo planeasteis o hubo contratiempos?

Raúl: Contratiempos no, pero se improvisaron cosas. El silbido de Viernes no estaba
pensado a priopri para la canción. Juan Antonio, productor de Grabaciones Sumergidas, nos dijo que la primera vez que escuchó las demos que le enviamos sonaban en su cabeza unos silbidos para la intro de la canción. Nos pusimos allí a improvisar, él nos indicó por donde llevarlo, y entró.

Y en su defecto, ¿cuál iba a ser la intro de Viernes?

Raúl: Ahí iba la guitarra en palm mute y luego entraba el punteo de la segunda guitarra. No había nada más.

¿Cuál es vuestro tema favorito del EP y por qué?

Gorka: Un lugar nuevo, porque creo que es la canción más intensa y la que más me emociona.

Pablo: Mi favorita es Viernes, es la que más buen rollo me da. Tiene los bpm menos acelerados y disfruto mucho tocándola. Tiene un groove especial.

Raúl: Pues mira, vamos a decir cada uno una distinta. Para mí, Viejas glorias. Es la letra con la que me siento más identificado y es la primera canción que compusimos como Vis Viva.

¿Qué planes tiene Vis Viva para el futuro?

Gorka: Tenemos otra grabación preparada en Grabaciones sumergidas.

Raúl: Volvemos a casa.

Gorka: A ver si salen más silbiditos de allí (risas). Esta vez vamos a grabar una más, será un EP de cuatro canciones. Esperamos que se note la evolución con respecto al primero.

Raúl: Un lugar nuevo es el puente de unión entre el primer y el segundo EP. Es a donde queremos evolucionar.

Para terminar, quiero que me digáis algo que os gustaría cumplir a corto plazo y que creáis que podréis hacer de verdad.

Raúl: Tocar, lo que nos queda es eso. Hemos hecho canciones, grabado en un estudio y sacado videoclips, lo único que nos queda es sentir el calor del público.

Gorka: Aún no nos ha escuchado toda la gente que nos tiene que escuchar.