Emilia, durante su concierto del Sabatic Fest. Lucía Villalba

Con un total look rosa palo y una cola bien engominada, se sube al escenario la argentina del momento. Entre humo y llamas comienza un concierto lleno de tanta energía como para tener agujetas al día siguiente. Emilia demostró ante los malagueños todas sus dotes artísticas como bailarina, cantante y actriz, porque menudo espectáculo le regaló a su público. 

Cuando comenzó a sonar el beat de su tema Los del Espacio, los fans enloquecieron, y no fue en vano, ya que menuda actuación se les venía encima. Se llenó el escenario con un grupo de cuatro bailarinas que, con la misma vibra que Emilia, lo dieron todo.

Emilia en su concierto con una fan que le regaló un Funko. Foto: Lucía Villalba

La artista se paró a hablar con su público en mitad del concierto para leer las pancartas que sus fans le dedicaron. Una decía “Cambio un Funko por una foto”, Emilia sorprendida contestó: “¿Un muñequito coleccionable con mi cara? Voy para allá”. Fue entonces cuando bajó del escenario para recoger su regalo y para hacer feliz a una joven que se llevó un recuerdo imborrable. 

Antes mencioné que habían cuatro bailarinas… mentí, porque una quinta pasó de ser espectadora a bailarina. Emilia subió a una chica al escenario tras leer su pancarta que decía “Enséñame a bailar”. No sé a qué había que enseñar a esta joven, pero a bailar seguro que no. ¡Qué salero hay en Málaga! Emilia quedó fascinada ante el talento de su fan. 

Emilia sujetando el Funko que le regaló una fan y leyendo las pancartas. Foto: Lucía Villalba

Este fue un concierto que se podría describir como “cañero”, pero también hubo un momento romántico cuando sonó Como si no importara, tema que interpreta Emilia junto a su pareja, Duki, rapero argentino muy relevante en el panorama urbano. “Esta canción la hice con una persona que es muy importante para mí”, confesó la artista ante los espectadores. Nos hubiera encantado ver a ambos cantar este hit, pero nos conformamos sin duda con la voz en directo de esta cantante, impecable y con mucho sentimiento. 

Más de 1.000 espectadores pudieron disfrutar de un show que no acababa con la última canción de Emilia, que no podía ser otra que su súper hit que lo petó en Tik tok, Cuatro veinte. La gente pedía más, y así fue. La fiesta BRESH, conocida como “la fiesta más linda del mundo”, daba comienzo. Hasta las 6 de la mañana nadie se movía del Autocine, menudas ganas de marcha.