Una escena de la película 'Ojos negros'.
22 FESTIVAL DE MÁLAGA. CINE EN ESPAÑOL

Ojos negros, estrenada con lleno y muy buena acogida en el Albéniz dentro de la sección Largometrajes Zonazine del 22 Festival de Málaga, es el primer trabajo de las directoras Marta Lallana e Ivet Castelo, que han contado con la colaboración de Iván Alarcón y Sandra García. Nacida de un proyecto de fin de grado de las dos realizadoras, producido por Nanouk Films y distribuida por Filmin, la cinta narra la historia de la joven Paula, interpretada por Julia Lallana, que se marcha a pasar el verano al pueblo natal de su madre con el pretexto de pasar más tiempo con su anciana abuela, a la que conoce poco. Bajo este contexto tan aparentemente inofensivo, la protagonista irá descubriendo las tensiones latentes en su familia, sobre todo en la relación con su tía, y otros valores como las amistades pasajeras de verano fruto de su relación con Alicia (Alba Alcaine) —a quien conoce en esta época estival— o el experimentar por sí misma lo que entraña hacerse mayor, madurar.

El largometraje, de unos escasos 65 minutos, cuenta una historia sencilla, sin demasiados cambios de trama o saltos inesperados, dentro de una atmósfera inundada por los silencios donde el peso del argumento recae en las propias acciones de los personajes. Carente de narración, y a través de escuetos diálogos, se nos muestra la belleza de la inocencia a través de los ojos de Paula; una visión que refleja conceptos tan primarios como el de la amistad, el amor recíproco e incondicional —en este caso de y por su abuela— o ese sentimiento de tranquilidad, pausa y sosiego que podemos experimentar lejos de las grandes urbes y que tan bien representa el pueblo de Ojos negros.

En palabras de la cineasta Marta Lallana tras la proyección, «la película surgió de una manera muy orgánica y fluida. El poder trabajar con mi hermana como protagonista, en un entorno que conozco tan bien y con un equipo tan comprometido, hace que la mayoría de las anécdotas que se muestran en la película sean reales y algunas surjan de una manera totalmente espontánea, lo cual le da ese toque tan natural que podemos ver».