El elenco, en un momento de la representación. David Ruano

La trigésimo cuarta edición del Festival de Teatro de Málaga comenzó el pasado sábado 7 de enero con Concha Velasco y su Reina Juana. Hasta el 12 de febrero están previstas 69 funciones de 48 obras protagonizadas por nombres como Lindsay Kemp, Juan Diego, Héctor Alterio, Blanca Portillo, Maribel Verdú o Aitana Sánchez Gijón, entre muchos otros. El festival cuenta también este año con un Off que abarca la Sala Up del Teatro Alameda, Microteatro Málaga, la Sala Joaquín Eléjar, Urte Teatro, La Cochera Cabaret y La Caja Blanca.

Cesc Gay presentaba en el Teatro Cervantes Los vecinos de arriba, obra estrenada en marzo de 2015 en el Romea de Barcelona. Hace unos meses llegaba a Madrid la versión en castellano con las interpretaciones de Candela Peña, Andrew Tarbett, Pilar Castro y Xavi Mira, obteniendo un éxito que aún mantiene a día de hoy. El plantel de actores no es el mismo, ya que ahora encontramos a Eva Hache y María Lanau en los papeles de Ana y Gloria, respectivamente. Los vecinos de arriba cuenta con una sinopsis bien sencilla: Ana y Julio (Xavi Mira) invitan a cenar a sus vecinos para enseñarles el piso y agradecerles la ayuda que les dieron cuando se instalaron en el edificio. Pero la velada, que se preveía asequible, subirá de temperatura cuando salte al ruedo la agitada vida sexual de la pareja formada por Gloria y Brian (Andrew Tarbett).

Gay, director de películas como Krámpak, Truman o la estupenda Ficción, continúa aquí indagando en la comunicación dentro de las relaciones, especialmente de las calificadas como sentimentales. Parece incansable a la hora de sentarse a escribir sobre las virtudes de la amistad o las peculiaridades del amor. Él mismo cuenta, en el texto que presenta la obra, que vivir en pareja es una de las aventuras más grandes y ambiciosas que cualquiera de nosotros puede llegar a experimentar en esta vida. En Los vecinos de arriba es el sexo el que lo (des)encadena todo; prácticas como el intercambio de parejas o las orgías escandalizan poco o nada hoy en día, pero hablar de ello más o menos en serio sigue siendo otro cantar. Aquí los noqueados inicialmente son Ana y Julio, constantemente abrumados ante el torrente de sinceridad, luminosidad y sexualidad que desprenden las palabras de Gloria y un Brian al que Tarbett exprime de forma admirable. El humor, la frescura y las constantes réplicas irán desaguando un pozo que, a punto de vaciarse, descubrirá la precariedad de una relación a la que conviene evaluar de forma urgente.