
Ángel Velasco estrena mañana miércoles en Factoría Echegaray Gólosa, una road movie en tono de comedia negra con música en directo que viene a preguntarse sobre la guerra y acerca del porqué de todo tipo de violencia. Un conductor acelerado, un cadáver, un autoestopista uruguayo y un policía, una cantautora del Este sonando desde una gran ciudad, un tendero y un gasolinero, una vieja en una abandonada estación, una emisora de radio y un coche en medio de un desierto son los personajes que encontraremos en Gólosa, una palabra que reproduce la fonética del término ‘voces’ en ruso. Steven Lance, Víctor Castilla, Lucía G. Lara y Tirititando de Luisa dan vida a esta historia con la que el actor y en este caso director y autor malagueño Ángel Velasco quiere que el público salga de la sala «reído y pensado».
El vivero escénico municipal cambia de registro y monta una pieza teatral de tinte muy cinematográfico, con humor, gestualidad y poesía rusa contenida dentro de canciones originales que se tocan en vivo. Gólosa se estrena el miércoles 17 de mayo en el Teatro Echegaray, que albergará la obra hasta el sábado 27. Las entradas para los diez pases programados (miércoles, jueves y viernes a las 20.00 horas; sábados a las 18.00 y 21.00) están a la venta por 15 euros, con oferta de 2 entradas por 1 en todos los pases.
Ángel Velasco, apoyado por Sara Suárez en la ayudantía de dirección, compone una sincronizada y ágil puesta en escena, hilarante a veces, reflexiva en el fondo, en las que una narradora (Lucía G. Lara) va desgranando las peripecias de un conductor (Steven Lance) que se topa en su viaje con un cadáver (Lucía) y diferentes personajes (un autoestopista uruguayo, un policía, un tendero, un gasolinero y una vieja, todos encarnados por Víctor Castilla). La voz y la guitarra de una cantautora del Este que se cuela por la radio del coche (Tirititando de Luisa, tocando en escena temas sobre poetas rusos musicados por ella y por Velasco) envuelve toda la acción, desarrollada en una escenografía diseñada por Marina Calvo e iluminada por Garikoitz Lariz, unas tablas que dispondrán de escasos elementos físicos pero sí de numerosos apoyos visuales y sonoros con los que sumergir al público en la trama.