
Puede que la situación actual provocada por la pandemia haya propiciado la gira que Los Planetas andan presentando actualmente bajo la denominación Esencial y que recalaba ayer en Málaga de la mano del Brisa Festival. A saber. Pero no seremos nosotros quienes nos quejemos: el tour ofrece unas apetitosas veladas, poco frecuentes, en donde el grupo queda reducido al tándem formado por Jota y Florent con la adición al piano de David Montañés. En ellas el trío repasa varias de sus composiciones más queridas y conocidas, obvio, pero incorporando aquí y allá dos o tres canciones que los más cafeteros recibirán con un plus de algarabía e incluso con cierta perplejidad.
Pudo ser el caso anoche de la dupla compuesta por Línea 1, que debe su nombre al autobús que transportaba a Florent al polígono industrial donde compraba heroína, y, sobre todo, Experimentos con gaseosa, incluida inicialmente en el EP Los Planetas se disuelven (2003) que acompañaba a un número especial dedicado a la relación entre música y drogas de Cáñamo, publicación centrada en la cultura del cannabis. Desde la redacción de la revista propusieron a la banda, supuestamente, componer cada uno de los temas que formarían parte del EP bajo los efectos de diversas sustancias ‘tóxicas’. La experiencia daría como resultado cuatro canciones en donde se incluía la más de media hora de El lado oscuro de la fuerza y la citada Experimentos con gaseosa, que pasaría a formar parte un año después, con algunas modificaciones, del siguiente disco de los granadinos, Contra la ley de la gravedad. También sorprendió ayer a más de cinco o seis el cierre del concierto con Los poetas, extensa pieza edificada a partir de textos tomados del Ash-Shu’ara’, la sura 26 del Corán. Ligerezas, las justas.
Los desvíos más o menos inesperados de la actuación supusieron un espléndido aliño para un temario que ofreció una importante ristra de clásicos inaugurada con Islamabad y Si estaba loco por ti, emparejamiento que sirvió para introducirnos bien contentos en un viaje al fin de la noche y del verano (no nos engañemos). No faltaron a la cita La playa, la reciente Alegrías de Graná, Toxicosmos, Ya no me asomo a la reja y Santos que yo te pinte, una de las más coreadas del repertorio aunque siempre de manera amortiguada y con los asistentes atornillados a la silla.
Antes de la ya comentada Los poetas, pura trascendencia, hubo tiempo para el feliz desparrame con Soy un pobre granaíno, David y Claudia y Alegrías del incendio. Para entonces ya andaba la parroquia la mar de convencida ante unas canciones, ayer semidesnudas, capitaneadas por la voz de Jota y aupadas al estrellato gracias a las filigranas de Florent a la guitarra y las figuras, precisas y contenidas, delineadas por Montañés al piano. Probablemente Los Planetas no sumen nuevos seguidores con estas apariciones esenciales (y qué importará), pero los fieles de larga duración encontrarán aquí un nuevo y formidable recuerdo al que acudir por gusto o necesidad mientras el cuerpo y la cabeza lo permitan. Que no es poco.