
El Palacio de Buenavista reaviva su colección mediante un recorrido temático y cronológico que comienza en los años de formación del artista y transcurre por los momentos más representativos de su trayectoria. La nueva distribución que luce en el museo desde el pasado 1 de junio, y que se podrá visitar hasta 2023, suma 44 pinturas, 49 dibujos, 40 obras gráficas, 10 esculturas, 17 cerámicas, 1 tapiz y 1 plancha de linóleo. Así, entre las 233 obras propias de la pinacoteca y estas 162 prestadas por la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA), la colección cuenta ya con casi cuatrocientas obras fechadas entre 1894 y 1972. Se trata de la sexta transformación que se realiza en las salas del Museo Picasso desde que la pinacoteca abriera sus puertas en el año 2003.
El renovado recorrido se inicia en la planta baja, introduciendo al visitante en la figura del artista mediante fotos y textos biográficos para, a continuación, abordar una serie de retratos en Damas y caballeros (1894-1906) y Cubismo: Cuerpos (1906-1914). Poco después, y en la misma sala, nos encontramos con Bodegones (1911-1922) y la sección Clasicismo moderno (1922-1923). El itinerario prosigue con Modelos, bañistas y mujeres desafiantes (1927-1933) y Metamorfosis y abstracción (1927-1932).
En la planta superior, el paseo continúa a través de El minotauro y otros monstruos (1928-1938), Miradas implacables (que se nutre de retratos realizados entre 1934 y 1939), La anatomía del terror (1936-1948) y Rostros de guerra y paz (1944-1950). Se accede luego al Bestiario, con representaciones de animales registradas entre 1941 y 1960, y a los Paisajes carnales (1944-1971). Con un Picasso ya instalado en el sur de Francia, Regreso al mediterráneo aúna obras de 1948 a 1960, mientras que Miradas familiares reúne retratos realizados de 1962 a 1965. La muestra finaliza en El niño sabio, con creaciones que abarcan de 1970 a 1972, justo un año antes de su fallecimiento. Junto a las nuevas incorporaciones, también permanecerán en el Palacio de Buenavista durante otros tres años Las tres Gracias (1923), un gran lienzo en el que se muestra al Picasso más clásico y monumental, así como el icónico bronce Cabeza de toro (1942).
Publicación y programa educativo
Para la ocasión, el Museo Picasso presentará antes de verano una publicación profusamente ilustrada y con ensayos de, entre otros, Pepe Karmel, profesor del departamento de Arte de la New York University; Michael C. Fitzgerald, profesor de bellas artes y director del programa de historia del arte en Trinity College; y Salvador Haro, decano de la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga. Además, se han programado actividades culturales para los próximos meses y se han diseñado talleres de verano para niños al aire libre en los que se explorarán algunas de las técnicas artísticas de Picasso.
Pablo Picasso visto por Roberto Otero
También durante todo el verano se mostrarán unas setenta fotografías del Fondo Roberto Otero, fotógrafo que tomó imágenes íntimas del artista en los últimos años de su vida, transcurridos en su casa de Mougins. Esta colección gráfica se expondrá junto a una selección de libros ilustrados por Picasso que muestran su aportación a la bibliofilia y la especial relación que tuvo con la palabra escrita.