Miguel Zurita y Paco Inestrosa, durante la función. Daniel Pérez / Factoría Echegaray

La presa, escrita por Pablo Bujalance y dirigida por Eduardo Velasco, conforma junto a Los puercosEl proceso Rama el primer cuarteto de montajes que desde septiembre de 2016 ha ofrecido Factoría Echegaray, proyecto nacido de una iniciativa de los teatros municipales y de la Moción institucional relativa a la elaboración de un modelo cultural de las artes escénicas en Málaga, que daba voz a toda la profesión malagueña a través del colectivo TEMA. Muchos son los objetivos que persigue. Entre ellos, crear y consolidar un centro de producción de espectáculos propios, promocionar la escena local o ayudar a sostener un tejido reconocible para atraer públicos.

La presa nos zambulle en un almacén donde tres personas mantienen secuestrado a uno de los banqueros más poderosos del país. El jefe de los secuestradores es Saúl, un político que busca venganza tras salir de la cárcel. Pese a este último dato —escribir «político entre rejas» casi hace saltar el corrector automático del texto— hay que apuntar que no hablamos de una obra fantástica ni de ciencia ficción, sino de una realidad colorista y añeja descrita vivamente a través del local donde se encuentran encerrados los personajes. La obra parece estar anclada, eso sí, en un universo paralelo al nuestro: es la conclusión a la que podemos llegar tras escuchar en el noticiario las últimas consecuencias de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca o la narración de una fechoría sobresaliente cometida por un desenfrenado Pablo Bujalance.

La presa es un thriller de tintes sociales bien planteado y mejor desarrollado que recordará inevitablemente a películas como Reservoir dogs (Quentin Tarantino, 1992), por citar aquí el ejemplo más sencillo y recurrente. La irrupción sobre las tablas de una descomunal Rocío Rubio (Fátima) inyectará nuevos dilemas éticos y morales a una trama que intenta zafarse tímidamente de lo que suelen brindar propuestas de similares características. El resto del reparto, siempre notable, lo completan Paco Inestrosa (Saúl), Virginia Nölting (Mara) y Miguel Zurita (Iván). Acérquense al Echegaray. Disfruten.