Aitana, durante su concierto del pasado sábado en el Auditorio Cortijo de Torres. Lucía Villalba / Málaga de Cultura

El Auditorio Municipal Cortijo de Torres vendió todas las entradas de un concierto teñido de verde. Por lo visto, Aitana pidió en sus redes sociales que el público de sus conciertos vistiera bajo un dress code con el color que ella eligiese y todos cumplieron, ¡hasta fue el teletubbie Dipsy! 

Entre gritos de emoción comienza un show a la voz de «Alpha, Alpha, Alpha, Alpha”, que da nombre a su nuevo disco. La artista ya no es la que era —nuevos ritmos, nuevo look—, pero mantiene el mismo carisma que enloquece en esta nueva gira a sus antiguos fans y a otros nuevos que la han conocido tras su cambio.

Foto: Lucía Villalba

Pisando muy fuerte llega Aitana al escenario con la música electrónica de su canción Los Ángeles. Ropa oscura y unas botas ultra largas, acompañadas del semblante serio de una artista que ya es toda una diva. Su equipazo de baile se lo pone muy fácil para llenar el escenario, con poses dignas de portada de Vogue y con unos movimientos envolventes que acompañan a la perfección los temas de Alpha

Cuando deja de sonar la música, Aitana agarra el micrófono, esta vez para hablar, y se muestra tal cual es, una chica muy emocional: «Todo cambio siempre es para mejor», explica entre lágrimas. Y es que la cantante últimamente ha vivido una ruptura muy mediática que le ha causado mucho dolor: «Dejé de cantar esta canción en mis conciertos porque sentía que no podía, pero en esta gira me encuentro bien para hacerlo», en referencia a su tema Con la miel en los labios. Tras este comentario dejó a todo el auditorio emocionado ante su preciosa canción. 

Un batiburrillo de risas y llantos. El público sale de este concierto con la sensación de conocer un poquito más a Aitana, una artista llena de alegría capaz de poner a todo el Auditorio de Málaga a bailar el Saturday night, o como lo llaman los Aitaners, Las Babys. Na na na na, na na na na na na na na, con las babys…