
El Museo Carmen Thyssen Málaga ha presentado este viernes 29 de septiembre su exposición temporal Fieramente humanos. Retratos de santidad barroca, que podrá visitarse hasta el próximo 18 de febrero en el Palacio de Villalón.
Esta exposición, la más ambiciosa que la pinacoteca ha planteado hasta la fecha, es el resultado de una colaboración con el Museo de Bellas Artes de Valencia, principal prestador de la muestra, y propone a través de treinta y cinco obras maestras de los principales pintores y escultores españoles del siglo XVII una mirada actual a la representación de los santos y santas en el barroco español que ofrece, en palabras de Pablo González Tornel, comisario de la exposición, «una reflexión acerca de la relación emocional entre el espectador y la imagen artística partiendo del barroco y extendiéndose hasta el mundo actual».
Así, y según Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, el objetivo de la colección es mostrar «cómo el intenso realismo que define estas imágenes y que permitió estimular la devoción de sus contemporáneos sigue cautivando hoy a los espectadores». Moreno añade que «varios siglos después, aquellos seres divinos, tan realistas en su aspecto y sus emociones, mantienen el impacto visual de su verismo sin ambages, su carácter más fieramente humano y conservan intacta su capacidad de apelar a la empatía y sensibilidad de quienes los contemplan». Al respecto, y sobre la actualidad y larga pervivencia de la tradición de este barroco, dan testimonio tres obras contemporáneas que se han integrado en el discurso, confrontando a sus antecesoras del XVII.
La exposición se plantea con un enfoque inédito y ambicioso que invita al espectador a cuestionarse la actualidad de unas imágenes creadas en un contexto muy diferente del presente y que pone en diálogo el arte barroco con el contemporáneo. Como indica González Tornel, «la excelencia científica que hemos buscado para el proyecto se suma a su gran atractivo visual», ya que la exposición destaca por un elenco de obras maestras de grandes pintores y escultores del XVII español (junto a algunos ejemplos italianos), gracias a la generosidad de once prestadores y, de manera especial, del Museo de Bellas Artes de Valencia, coorganizador de la muestra. Asimismo, se ha elegido una puesta en escena que conjuga la imponente presencia de las obras y su realismo con una museografía moderna.
Ser eternos y Arañar las sombras
El discurso científico, elaborado por González Tornel, plantea dos secciones: Ser eternos y Arañar las sombras, títulos inspirados, como el de la propia exposición, por la poesía de Blas de Otero, en un guiño a la actualidad de las angustias existenciales que las obras de la muestra capturaron con maestría en el marco, entonces, del espíritu contrarreformista del catolicismo.
En Ser eternos cobran protagonismo santos antiguos y modernos, retratados con espectacular realismo y cargados, a su vez, de su inseparable esencia espiritual. Las obras que conforman esta sección plasman santos, santas o personajes venerables muertos en olor de santidad, tanto de su tiempo (Teresa de Jesús, Francisco de Borja, Pedro de Alcántara) como de tradición más antigua, como San Pedro o San Pablo, cuyo culto se revitaliza en la España del siglo XVII, donde se multiplicaron las canonizaciones de santos patrios y con ellas la representación de unos seres que cumplían una función de mediadores entre el fiel y la divinidad.
Por su parte, las obras de la sección Arañar las sombras centran la mirada en mártires y penitentes como San Jerónimo, María Magdalena e incluso el propio Cristo en su Pasión, retratados en momentos de intenso sufrimiento y dramatismo, enfrentados a tribulaciones espirituales y mortificaciones físicas que exhortaban a los fieles a emularlos para alcanzar la redención en un contexto religioso donde la penitencia fue sacramento principal. Vistos desde el presente, siguen encarnando el paradigma del dolor humano, atemporal y universal.
Para articular este discurso, Fieramente humanos. Retratos de santidad barroca expone obras de grandes maestros de la pintura barroca como Murillo, Ribera, Velázquez, Ribalta, Orrente, Pereda, Giordano o Vaccaro, entre otros, y de dos de los escultores principales del período: Mena y Martínez Montañés.
Frente a estas piezas, Fieramente humanos. Retratos de santidad barroca incorpora tres obras contemporáneas de Equipo Crónica, Darío Villalba y Antonio Saura que subrayan la pervivencia en la actualidad de los recursos de dramatismo y expresividad propios de Siglo de Oro y, a su vez, proponen una lectura alternativa al resto de la exposición, en un sorprendente y novedoso cruce de miradas entre dos épocas que, con recursos diferentes, retrataron las tribulaciones vitales de sus coetáneos.
|