Izal, durante su actuación. Mario Muñoz

El Benalfest ha conseguido alzarse como una especie de puente o remedio anestésico contra la vuelta a la realidad que es la rutina; despide la temporada estival consiguiendo retrasar la resaca postfestivales que todos sufrimos. El pasado fin de semana asistimos a su primera edición, que recogía en su cartel nombres tan queridos y aclamados por el público como son Izal, El Kanka, We Are Not Djs o Shinova, entre otros, y que consiguió reunir a unas 3000 personas en el Parque de los Nadales. Es siempre de agradecer, como posteriormente Mikel Izal recalcaría sobre las tablas, las ganas y la valentía a la hora de iniciar un proyecto de estas características desde cero; se trata siempre de una apuesta muy arriesgada a la que debemos sumar el añadido de tener que ofrecer un distintivo en la oferta debido a la gran competencia existente en la industria.

En este caso, lo que en un primer momento parecía la gran cruz de esta edición inaugural ha sido, en mi opinión, el punto diferenciador. Explico el porqué. En un principio, Benalfest se anunció como un festival dirigido a ‘grandes masas’, sin dar demasiada información sobre cómo iba a desarrollarse, las infraestructuras de las que iba a gozar o la organización del mismo. Por lo que se presumía que, si bien no tendríamos algo como el Weekend Beach de Torre del Mar, resultaría algo parecido pero a pequeña escala, siendo, aun así, una celebración de envergadura. Sin embargo, el ambiente y el escenario donde tuvo lugar éste dejaba nuestra idea inicial en una mera fantasía; se trataba de un espacio reducido que contó con una asistencia igualmente moderada, sobre todo el primer día, consiguiendo en todo momento un ambiente íntimo y distendido.

El Kanka. Mario Muñoz

Y aquí es a donde quería llegar, ya que, precisamente esos espacios más reducidos y ese entorno lejos de bullicios y grandes multitudes fue la baza, no sé si buscada o fruto de la casualidad, que más jugo a favor de Benalfest, generando unos conciertos muy relajados donde la música y la buena conexión entre los asistentes y los artistas era patente en cada momento; hizo que los propios músicos, acostumbrados a grandes citas, se destensaran y disfrutaran de la noche tanto como la gente que fue a verlos. El ejemplo más claro lo encontramos en la actuación de El Kanka, que tocaba en casa y al que se le pudo ver especialmente a gusto y cómodo, siendo su recital una auténtica mezcla de canciones, chistes, diversión y alcohol: el malagueño bebió a la  salud de un público con el que interactuó continuamente. El primer día también fue el turno de Nixon, los cuales supieron poner en tesitura a la concurrencia con su indie rock tan puro, y de Me and The Reptiles, Flow Lab Kid y Second Dj’s.

Shinova. Mario Muñoz

El segundo día, que se presentaba como la jornada fuerte, no defraudó las expectativas. Shinova, a los que se les vio disfrutar de su propio show como si fuese el último, regalaron un concierto absolutamente brillante. La comparecencia de Izalhacia la media noche, se presentaba sobre el papel como el plato principal de Benalfest. Y así fue. Los madrileños arrastraron a una gran cantidad de público y fueron los que más alboroto consiguieron levantar en Benalmádena. De su actuación poco hay que decir que no sepamos ya: ofrecieron un directo impecable donde sonaron temas como La mujer de verde, Qué bien o El baile, entre otros, junto a algunas de las nuevas composiciones de su último disco, AutoterapiaFinalmente, We Are Not Djs despidieron la fiesta conjugando, con toques electrónicos, clásicos del indie nacional e internacional. Terminaba así el debut de Benalfest, cita a marcar en el calendario gracias a sus no pocos logros: ha conseguido aunar buena música, el encanto de una bonita ciudad y la comodidad de un emplazamiento íntimo en un solo evento. Os vemos el próximo año.


Actividades paralelas

Benalfest ofreció también actividades paralelas y gratuitas durante el sábado 13. En #Benalbaby los más pequeños se divirtieron por la mañana participando en distintos talleres en los Jardines del Muro, además de saltar y bailar con Quimirock, espectáculo infantil que reúne en su propuesta teatro, animación y música en vivo. Por su parte, #Benaldía llevó a la Plaza de La Niña los directos de Siloé, banda que fluctúa entre el pop de autor y el rock; la banda madrileña Bullys; y Second, que se destapó como el grupo sorpresa de esta primera edición.