'Odalisque à la culotte rouge' (1921), de Henri Matisse.

El Centre Pompidou ha presentado esta semana Un país nuevo. Henri Matisse (1869-1954), muestra compuesta por 48 obras que permite conocer la mirada moderna de uno de los artistas más destacados del siglo XX. El conjunto, que podrá visitarse hasta el 9 de junio, se nutre de pinturas, dibujos, esculturas, libros ilustrados y hasta de un singular invento de papeles recortados en los que Matisse trabajó en sus últimos años de vida.

Piezas como El violinista en la ventana (1918), realizada durante su primera estancia en Niza; el Desnudo sentado rosa (1935-1936), que pone de manifiesto la simplificación radical abordada por el artista desde sus inicios; o Bailarín (1937), uno de sus primeros papeles recortados, destacan dentro de la dimensión experimental de la producción y traza de Mattise. La exposición recorre la trayectoria del francés gracias a una selección de obras icónicas en donde la pintura, la escultura y el dibujo dialogan entre sí a través de seis secuencias cronológicas fechadas entre 1900 y 1952.