'La carga de la caballería roja', de Kazimir Malevich (1932).

La Colección del Museo Ruso renueva al completo sus salas con la exposición anual Guerra y paz en el arte ruso y las dos temporales Iván Aivazovsky y los pintores marinistas en Rusia y Lev Tolstói. El camino de la vida. La muestra anual se podrá visitar hasta abril de 2022, mientras que las temporales estarán en sala hasta octubre de este año. Las tres colecciones coinciden en desvelar la inexorable unión entre conceptos, en principio antagónicos, pero que no se entienden los unos sin los otros.

Guerra y paz en el arte ruso

La exposición Guerra y paz en el arte ruso está compuesta por 183 obras que ofrecen una mirada completa, desde distintas perspectivas, sobre dos polos antagónicos y esenciales de la vida. La creación y producción artística con tema bélico fue tan importante en Rusia que dio lugar a un género propio. En la Edad Media ya se podían apreciar en la pintura de iconos los motivos militares. Las iglesias y templos albergaban representaciones bélicas, como el ejército de guerreros liderados por el arcángel San Miguel entre otros motivos de origen religioso. Cuando Rusia se convierte en imperio, en el siglo XVIII, y se funda la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo en 1757, este género resurge con nuevas corrientes e influencias artísticas.

Creadores alemanes y franceses estrechamente vinculados con Rusia desempeñaron un papel destacado en la formación y el desarrollo de la escuela nacional de pintura de batallas. Entre ellos figuran Gottfried Willewalde, Theodor Horschelt, Aleksandr Kotzebue, Adolph Charlemagne, Franz Roubaud y Rudolf Frenz, destacando en el retrato militar el inglés George Dawe. Entre los escultores que se dedicaron a esta temática fueron especialmente famosos Piotr Klodt y Yevgueni Lanceray. Se puede afirmar que ya en la segunda mitad del siglo XIX los artistas rusos relacionados sobre todo con la escuela realista pasaron a ocupar un lugar preponderante en este género. Las representaciones de las consecuencias nefastas de la guerra, destacando los aspectos cotidianos, son las más frecuentes durante esta época.

La I Guerra Mundial marcó un antes y un después en el desarrollo artístico. En su percepción de la guerra, el pacifismo de Tolstói triunfó sobre otras corrientes. Su obra sienta algunas de las bases ideológicas que desembocarían en la Revolución de Octubre y dieron lugar al estado soviético liderado por Lenin. Durante este periodo también se vieron impulsadas las corrientes vanguardistas y nombres destacados aparecen en escena, como Kazimir Malévich, Sofia Dímshits-Tolstaia, Aleksandr Labás, Izrail Lizak o Yuri Jrzhanovski, entre otros. A partir de la década de 1930, una vez agotado el impulso posrevolucionario, surge el arte del realismo soviético y, además de retomar el naturalismo, que se refleja en retratos de líderes y jefes militares, también se muestran escenas de la guerra civil que terminaría con la victoria bolchevique.

Iván Aivazovsky y los pintores marinistas en Rusia

La nueva exposición temporal de la Colección del Museo Ruso se compone de una selección de treinta y nueve piezas reunidas en torno a un conjunto de piezas maestras del pintor y marinista Iván Konstantínovich Aivazovsky, artista prolífico que produjo más de seis mil obras y un estilo propio que marcó el inicio de este género en Rusia. La muestra propone un viaje por las diferentes representaciones del agua, el mar y el océano, bien en calma o embravecido, como paisaje, inspiración religiosa o escenario de batallas. Aivazovsky, que poseía un talento natural brillante, gozó del reconocimiento y de la admiración de las instituciones oficiales rusas y, por supuesto, del público.

El artista pasó la mayor parte de su vida viajando: recorrió Europa, Asia, África y América. Fue pintor del Cuartel General de la Armada (desde 1844) y, como becario de la Academia de las Artes (1840-44), visitó Italia, Suiza, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Malta, Portugal y España, donde conoció Madrid, Málaga, Granada, Sevilla, Cádiz e, incluso, se asomó a Gibraltar. Más tarde pintaría vistas de esas ciudades y regiones, como la obra Vista de Málaga que se expone en la Galería de Arte de Feodosia.

Lev Tolstói. El camino de la vida

El Espacio 3 del Museo Ruso acoge exposiciones de pequeño formato que complementan el discurso de las principales con obras cuidadosamente elegidas. En esta ocasión el título evocador de la exposición anual, que alude a la novela Guerra y paz, una de las obras literarias más notables de la cultura universal escrita y publicada en 1869 por Lev Tolstói (1828-1910), es el argumento principal de esta muestra.

Lev Tolstói. El camino de la vida es una exposición intimista, formada por treinta y nueve piezas procedentes de los fondos del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. Se presentan ilustraciones de las novelas de Tolstói Guerra y paz y Hadjí Murat a través de los dibujos de Dementii Shmárinov (1907-1999) y las acuarelas de Evgueni Lanceray (1875-1946). La exposición se completa con las representaciones y  litografías del viajero inglés John-Thomas James (1786-1828) y los dibujos de Lanceray del Gran Duque Grigori Gagarin (1810-1896).