
Las obras, dejó apuntado el siempre vivaracho Schopenhauer, contienen los fundamentos de un espíritu. «Incluso los escritos de una cabeza mediocre pueden resultar instructivos, dignos de leer y amenos», continuaba en su Senilia, «porque constituyen la quintaesencia, el resultado, el fruto de todo su pensamiento y sus estudios; mientras que su trato puede dejarnos insatisfechos. La cultura intelectual superior nos lleva paulatinamente a buscar entretenimiento casi sólo en los libros y no más en los seres humanos».
Un año después, en 1854, aseguraba que la novela «extrae de la vida todo lo particular, lo escenifica de forma precisa en su individualidad; manifiesta, sin embargo, a través de ello la totalidad de la existencia humana, en tanto que parece ocuparse sólo de lo particular cuando, en realidad, trata de aquello que persiste por doquier y para siempre. Y esto que acabo de decir vale realmente para toda obra de arte, cualquiera que sea su género».
1. Arturo |
El gran momento de Mary Tribune
Juan García Hortelano (1972)
El gran momento de Mary Tribune, publicada por vez primera en 1972, cuenta la historia de un grupo de amigos en las fronteras de la juventud que ven sus costumbres, su educación sentimental y sus ideas preconcebidas violentadas por la irrupción de un personaje obsesivo y extravagante, Mary Tribune, una norteamericana con la que el narrador liga accidentalmente durante una noche disparatada. Ese ligue será el detonante de una serie de conmociones que afectarán al odio, el deseo, la envidia y la integridad de todos los personajes, abocados a escenificar una comedia de errores de honda densidad moral y fina expiación irónica. Maestro en la construcción psicológica de los personajes y en la articulación del diálogo, Juan García Hortelano ofrece aquí una de sus novelas más memorables e hilarantes. ©DeBolsillo
Fabricar historias
Chris Ware, 2012
En un mundo tomado por lo digital, ediciones como esta son una verdadera maravilla para quienes disfrutan de los libros-objeto y los juegos. Así, dentro de esta caja encontraremos una variedad de material de lectura que hará frente a casi cualquier gusto artístico o poético imaginable. Cada una de estas «historias de edificio» son metáforas de nuestras etapas vitales, a las que tanto el lector como los protagonistas han de enfrentarse. En vez de descender a los estratos más infernales del alma, lo que hacemos es subir y bajar por los ascensores y habitaciones de esta curiosa representación del mundo. Aunque muchas son inéditas, algunas de estas viñetas se publicaron anteriormente en The New Yorker, The New York Times o McSweeney. En total, Fabricar historias recoge el trabajo desarrollado por Chris Ware durante más de una década. ©Literatura Random House
El infinito en un junco
Irene Vallejo, 2019
Un recorrido por la vida de los libros, ese fascinante artefacto inventado hace casi treinta siglos para que las palabras pudieran viajar en el espacio y en el tiempo. Se trata, además, de una ruta con escalas en los campos de batalla de Alejandro y en la Villa de los Papiros bajo la erupción del Vesubio, en los palacios de Cleopatra y en el escenario del crimen de Hipatia, en las primeras librerías conocidas y en los talleres de copia manuscrita, en las hogueras donde ardieron códices prohibidos, en el gulag, en la biblioteca de Sarajevo y en el laberinto subterráneo de Oxford en el año 2000. Un hilo que une a los clásicos con el vertiginoso mundo contemporáneo, conectándolos con debates actuales: Aristófanes y los procesos judiciales contra humoristas, Safo y la voz literaria de las mujeres, Tito Livio y el fenómeno fan, Séneca y la posverdad. Pero, sobre todo, esta es una fabulosa aventura colectiva protagonizada por miles de personas que, a lo largo del tiempo, han hecho posibles y han protegido los libros. ©Siruela
El juego de los abalorios
Hermann Hesse, 1943
Próxima al compendio de las concepciones de Hermann Hesse (1877-1962) sobre la condición humana y la creación literaria, El juego de los abalorios (1943), la última novela que publicó, es la representación plástica de la visión milenarista siempre presente en su obra. Escrita supuestamente por un narrador anónimo de la mítica Castalia hacia el año 2400, la obra gira en torno al extraño juego del que toma título, abarcador de todos los contenidos y valores de la cultura, y vinculado con el advenimiento del Tercer Reino del espíritu, unificación de todos los tiempos del hombre. El romanticismo alemán, su relación con la India y Oriente y su gusto por la vida natural y sencilla marcaron la vida de Hesse, que en 1946 recibió el Premio Nobel de Literatura gracias a novelas como Demian, El lobo estepario, Siddharta o El juego de los abalorios. ©Alianza Editorial
Teoría general de la basura
Agustín Fernández Mallo, 2018
El libro comienza asegurando que la primera grabación de voz que se conoce es la de Walt Whitman recitando, en el año 1890, su poema America. Antes de esa fecha, y sin registros sonoros disponibles, no tenemos ni idea de cómo sonaba el habla. Si oyéramos hoy a un romano del siglo I decir rosae quizá oiríamos algo parecido al rugido de un tigre o el sonido de una máquina. Y es que todas la cosas tienen su ‘línea año cero’, el lugar más allá del cual lo inventamos todo: ahí comienza la ficción. Y este libro termina desplegando toda una teoría alternativa acerca de qué es un producto artístico y qué es una máquina y un organismo, produciendo así nuevas acepciones a los conceptos ‘natural’ y ‘artificial’. De un disco de New Order al caballo que Nietzsche abrazó en Turín, del cine de Chris Marker a Lady Gaga, de las teorías de sistemas complejos a los Durmientes de Efeso, de la mitología del romanticismo a la no menos imposible mitología pop, o del porqué del reciente colapso económico mundial al ‘Blues del Bosón de Higgs’ que cantó Nick Cave, Teoría general de la basura plantea una original ontología y epistemología de nuestra contemporaneidad. ©Galaxia Gutenberg
A contrapelo
Joris-Karl Huysmans, 1884
Publicado por primera vez en 1884, A contrapelo refleja el distanciamiento del autor del romanticismo de Émile Zola y su adopción de una nueva estética simbolista. En ausencia de una trama, la narración se centra en el personaje principal, Jean des Esseintes, un esteta solitario, excéntrico y antihéroe que rechaza la modernidad y cultiva el gusto por la decadencia. Después de llevar una vida memorable y exuberante, Des Esseintes se cansa de la sociedad y se retira a una casa suburbana en Fontenay-aux-Roses donde se entrega al estudio y al ocio y colecciona lo que, a su entender, son las obras de arte más preciadas y los objetos más raros. La estética fin-de-siècle (fin de siglo) creada por Huysmans se vio muy influenciada por los escritos de Charles Baudelaire, Edgar Allan Poe y Stéphane Mallarmé, y por las pinturas de Gustave Moreau y Odilon Redon. À rebours se convirtió en el manifiesto del espíritu de la decadencia con el que se identificó toda una generación de artistas e intelectuales franceses. ©Cátedra
Sonidos de Marte
David Stubbs, 2018
Nadie puede negar hoy la omnipresencia de la música electrónica: desde los éxitos pop masivos que encabezan los rankings hasta las exploraciones sonoras más aventuradas son en su gran mayoría fruto del encuentro íntimo entre la creatividad humana y las máquinas. Su historia podría pensarse así como una historia doble. Por un lado, la de aquellos compositores, productores e inventores vanguardistas que, ya sea en la soledad de sus estudios de grabación como en marcos institucionales diversos, desarrollaron un leguaje inédito y abstracto explorando la física del sonido y llevándola a lugares hasta ese momento desconocidos. De esta nutrida constelación de pioneros como Robert Moog, Leon Theremin, Brian Eno, Delia Derbyshire o Jeff Mills surgieron las composiciones y los géneros que hoy constituyen el amplio panorama electrónico: desde la musique concrète al synthpop, pasando por el house, el ambient, el hip-hop, la música industrial o el techno. Pero en paralelo existe también una línea evolutiva no-humana, maquínica, que da cuenta de los saltos tecnológicos y de los horizontes estéticos que estos posibilitaron. Los protagonistas de esta segunda historia son sintetizadores modulares, máquinas de ritmos, secuenciadores midi, computadoras y samplers, y tienen nombres que parecen salidos de una novela de ciencia ficción: Mellotrón, Ondas Martenot, Vocoder, Jupiter-6, TR-808, MPC60. David Stubbs recorre más de cien años de música electrónica para descubrir en su legado no solo un halo de nostalgia retromaníaca, sino también el parpadeo de territorios sonoros aún inexplorados. ©Caja Negra
Los Buddenbrook
Thomas Mann, 1901
Inspirada directamente en la historia de su propia familia y ambientada en una ciudad muy parecida a su Lübeck natal, la acción de Los Buddenbrook abarca un espacio de más de cuarenta años (1835-1876) y cuatro generaciones. Al mismo tiempo que construye una apasionante saga familiar, Thomas Mann traza un fresco magistral de una sociedad y una época. Ganadores y perdedores, suerte y desgracia, fortuna y pobreza: en ella tienen cabida todas las facetas de la experiencia humana. Su talento se manifiesta aquí ya en toda su plenitud y, haciendo gala de un estilo depurado y exacto, maneja de forma magistral los hilos narrativos. Publicada en 1901, Los Buddenbrook fue la primera novela de Mann y supuso para él la consagración literaria definitiva. La Academia Sueca reconoció este logro al concederle en 1929 el Premio Nobel de Literatura. ©Edhasa
Elevación, elegancia y entusiasmo: Artículos y ensayos (1984-2008)
Francisco Casavella, 2009
Elevación, elegancia y entusiasmo reúne los artículos y ensayos de Francisco Casavella escritos entre 1984 y 2008 en diferentes publicaciones, desde revistas de música o cómic, como Cairo, Rockdelux, Ajoblanco o Co&Co, hasta los principales suplementos literarios españoles (ABC, El País o El Mundo). La música, el cine y sobre todo la literatura son los ejes principales de estos textos que leídos hoy ofrecen en su conjunto una verdadera nueva obra de Casavella. A él, novelista, los artículos le sirvieron para dibujar los confines de su propia obra narrativa y explorar los caminos que se abrían a lo largo de la escritura de novelas como El triunfo, Quédate, Un enano español se suicida en Las Vegas, El secreto de las fiestas, El día del Watusi o Lo que sé de los vampiros. ©Galaxia Gutenberg
Los autonautas de la cosmopista
Julio Cortázar y Carol Dunlop, 1983
Una tarde de mayo de 1982, Carol Dunlop y Julio Cortázar emprenden un viaje por la Autopista del Sur, de París a Marsella, embarcados en Fafner, la furgoneta Volkswagen roja transmutada en el mítico dragón wagneriano. Desde el juego como último aliento de vida, Carol y Julio, la Osita y el Lobo, planean el viaje como si de una investigación científica se tratara. Navegantes de su tiempo, establecen un férreo reglamento que no deberán romper: no abandonar nunca la autopista y parar en dos áreas de descanso cada día. Toda la aventura quedará reflejada en un detallado cuaderno de bitácora donde registrarán no sólo el itinerario, sino también la flora y la fauna fantásticas que van encontrándose a lo largo del camino, y las acechanzas y las amenazas más temibles: brujas, agentes secretos y ominosos camiones de procedencia ignota empeñados, inútilmente, en hacer fracasar tan azarosa empresa. La realidad y los sueños se entrecruzan en esta «interminable fiesta de la vida», relatada con una prosa que oscila entre la comicidad y una ternura desgarradora, para concluir con la melancolía de la experiencia que se presiente única cuando llega a su término. ©Alfaguara