
El Centre Pompidou Málaga acoge desde el 27 de mayo Julio González, exposición comisariada por Brigitte Leal, directora adjunta del Museo Nacional de Arte Moderno de París, que repasa en más de medio centenar de obras (33 dibujos y 18 esculturas) las primeras obras realizadas en París por Julio González (Barcelona, 1876 – Arcueil, 1942). Las piezas que componen esta colección provienen del Museo Nacional de Arte Moderno, que custodia las donaciones y legados de su hija, Roberta González, realizadas entre los años 1953 y 1978. La muestra se divide en seis secciones: Primeras obras. Máscaras de metal repujado; Relieves recortados. Primeras esculturas en hierro; El artista del vacío; El ángel, el insecto, la bailarina; La obra metamórfica y Últimos autorretratos.
Su obra, ya presente en la colección semipermanente del Centre Pompidou Málaga De Miró a Barceló. Un siglo de arte español, es considerada clave para entender los trabajos escultóricos realizados en hierro a lo largo del siglo XX por artistas de las vanguardias y contemporáneos. En este viaje por la trayectoria de Julio González se podrán seguir las principales etapas de su vida, dedicada principalmente a la orfebrería: desde los desnudos clasicistas y retratos figurativos en cobre de las primeras décadas del siglo XX hasta los relieves tallados y las primeras esculturas en hierro forjado y soldado. Ya en los años treinta sus trabajos profundizan en el concepto de dibujo en el espacio, que se aprecian de una forma más notable durante su colaboración con Picasso entre 1928 y 1932. La muestra presenta también dibujos y bocetos preparatorios que permiten valorar el proceso técnico y la diversidad de esculturas metálicas lineales, así como apreciar el dinamismo de las figuras metamórficas de finales de la década de 1930.
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