'Vista de Cádiz', de Manuel Barrón y Carrillo (1854), es la obra escogida por Eduardo Mendicutti.

Una selección de obras de la Colección Carmen Thyssen servirá de inspiración a los escritores Pilar Eyre, Juan Bonilla, Nativel Preciado y Eduardo Mendicutti para sus intervenciones en las conferencias que conforman el ciclo Miradas de escritor, que celebrará su séptima edición en el patio de la pinacoteca del 13 de enero al 3 febrero.

Con la colaboración de la Fundación Lara, el evento se presenta como «un espacio para el diálogo entre artes que conviven, esta vez, desde siglos diferentes, y que abre las puertas a nuevas formas de mirar». Las reservas para asistir a las distintas sesiones, que comenzarán a las 18:00 horas y serán de acceso gratuito, se podrán realizar a partir del jueves anterior a cada cita en la web del museo.

PROGRAMACIÓN

13 de enero
Pilar Eyre
El misterio de la mujer melancólica
Obra: Vicente Palmaroli. Días de verano, c. 1885

Una mujer sola, con ojeras de enferma y vestidos demasiado elegantes para la playa. Los otros protagonistas del cuadro son la juventud y el verano, efímeros como estrellas fugaces, y por eso conllevan también algo de tristeza en su fulgurante resplandor.

20 de enero
Juan Bonilla
Regoyos anocheciendo
Obra: Darío de Regoyos. La Concha, nocturno, 1906

Personaje fascinante sobre el que escribieron grandes autores, el pintor Darío de Regoyos destaca por su capacidad para captar la luz mediante un impresionismo del que, acaso, fue el último maestro. Prueba de ello es La Concha. Pintado en 1906, es resultado de un largo aprendizaje que llevó al pintor a andar los caminos de diferentes escuelas para alcanzar la depuración precisa, la quietud contagiosa, que se desprende de una escena aparentemente anodina realzada por el gran espectáculo de la naturaleza.

27 de enero
Nativel Preciado
La trampa del exotismo
Obra: Mariano Fortuny Marsal. Paisaje norteafricano, c. 1862

Fortuny fue uno de los artistas españoles que, durante sus viajes románticos por el norte de África, quedó deslumbrado por la luz, el color y el paisaje que le permitían soñar con un oriente exótico y cautivador. Huyendo de la civilización moderna, plasmó su pasión orientalista en lugares más accesibles como Granada o el Magreb.

3 de febrero
Eduardo Mendicutti
La niñez a media distancia
Obra: Manuel Barrón y Carrillo. Vista de Cádiz, 1854

Hasta los diez años viví con mi familia en El Puerto de Santa María. Durante todo el año, desde la playa de la Puntilla, yo veía Cádiz desde una perspectiva casi idéntica a la de este cuadro de Manuel Barrón. Pero con el paso del tiempo, vemos nuestra infancia con mayores añadidos de la memoria. Porque la memoria es otra manera de inventar. Sin embargo, un cuadro como este, con su visión romántica y costumbrista, y a pesar de los años de distancia, puede hacer el milagro de “acercar” los recuerdos e intentar compartirlos.