Steve Coleman, durante su actuación. Daniel Pérez / Teatro Cervantes

La importancia de Steve Coleman en el jazz contemporáneo es innegable. Junto a Greg Osby y Cassandra Wilson fundó el colectivo M-Base a mediados de los ochenta, movimiento basado en la combinación de estructuras rítmicas de distinta métrica con el objetivo de estimular la creatividad de los músicos. Las formas, los símbolos y la transformación, en un sentido vasto de la palabra, son los fundamentos de una corriente estilística que entiende el jazz de forma similar a la predicada, sin ir más lejos, por John Coltrane.

El saxofonista, nacido en Chicago en 1956, ha participado en grabaciones de Dave Holland, Sam Rivers o The Roots, entre otros muchos, y desde 1985 viene publicando discos sin descanso, el último de ellos Morphogenesis, editado el pasado mes de junio bajo la denominación Steve Coleman’s Natal Eclipse. Representativos de su estilo son trabajos com Black science (1991) o el directo parisino Curve of life (1995), que se abre con los quince minutos por los que transcurre Multiplicity of approaches, toda una declaración de sus principios básicos. Más allá de influencias obvias —las provenientes de Charlie Parker, Ornette Coleman, Sonny Rollins o el ya citado Coltrane—, también encontramos apego por la figura de Miles Davis a la hora de teñir sus composiciones con sudoroso funk y ritmos netamente bailables. Prueba manifiesta de ello es Rhythm people (1990), que remite, ya desde la portada, al mayúsculo On the corner (1972) de Davis.

El 8 de noviembre inaugurará en el Teatro Cervantes el 31 Festival Internacional de Jazz. Sobre el escenario estará escoltado por los Five Elements, la infatigable banda que le acompaña desde sus comienzos. La trompeta del grupo es de Jonathan Finlayson, californiano que llegó a Nueva York para estudiar en la The New School for Jazz. Además de sus actuaciones con Coleman, el trompetista publica su propio material apoyado por diferentes músicos a los que bautiza indistintamente como los Sicilian Defense. Anthony Tidd se ocupa del bajo; con amplios conocimientos de R&B y hip-hop, Tidd ha colaborado con Marsha Ambrosius o Wayne Krantz, mientras que en su reconocida faceta de productor destacan sus labores para Jill Scott, Macy Gray, Lady Gaga o Pink. Por último encontramos a Sean Rickman sentado frente a la batería. Habitual durante algunos años de Garaj Mahal, editó hace unos meses Zoom, su segunda referencia en solitario. Con el paso del tiempo, Rickman ha ido consolidando una carrera docente que comenzó a cristalizar con el lanzamiento en 2002 del DVD Compositional drumming.

El concierto de Málaga queda enmarcado dentro de una gira europea que echa a andar el próximo 6 de octubre en La Petite Halle de París, donde Coleman ofrecerá trece conciertos prácticamente consecutivos secundado por diversas formaciones.